¿Por qué los médicos necesitan estar en las redes sociales? Dr. Małecka: "Medicina en 30 segundos"

¿Un médico con un teléfono en la mano en lugar de un estetoscopio? Esta no es una visión del futuro, sino la realidad cotidiana de la medicina moderna. Cada vez más especialistas crean perfiles en Instagram, graban vídeos en TikTok y responden a los comentarios de sus pacientes online, no para conseguir “me gusta”, sino para proteger los hechos de la avalancha de noticias falsas. Porque hoy la lucha por la salud no solo se libra en el hospital, sino también en el interminable espacio de las redes sociales, con detractores de las vacunas, teorías conspirativas y el aparente "sentido común" de YouTube, como explica la Dra. Ilona Małecka, de la Universidad de Ciencias Médicas de Poznań.
La lucha moderna por la salud de los pacientes no sólo se libra en las salas de los hospitales o en las clínicas. Cada vez con mayor frecuencia, se traslada a las pantallas de los teléfonos inteligentes. Instagram, Facebook, TikTok, YouTube: aquí buscan cada día miles de polacos respuestas a preguntas sobre salud, enfermedades, vacunas y tratamientos. El problema es que muy a menudo las respuestas no las dan los especialistas, sino autoproclamados expertos, influencers sin formación médica y seguidores de teorías conspirativas.
"¿Por qué son inevitables las redes sociales para los médicos? Porque nuestros pacientes están ahí. Y no solo con preguntas sobre vacunas, sino también información sobre salud en general", explica la Dra. Ilona Małecka, médica y docente de la Universidad de Ciencias Médicas de Poznań.
Durante décadas, la educación sanitaria se basó en folletos, conferencias, prospectos y conversaciones con el médico en el consultorio. Mientras tanto, hoy en día, los pacientes jóvenes son cada vez menos propensos a buscar algo en Google en sus navegadores; en su lugar, ingresan la frase en el motor de búsqueda de Instagram o TikTok. Rápido, colorido, breve.
– Las redes sociales han otorgado a los movimientos antivacunas un enorme poder – subraya el Dr. Małecka. – Tienen acceso a millones de destinatarios y pueden repetir el mismo mensaje muchas veces. Y la información que circula el tiempo suficiente comienza a percibirse como verdadera.
Por eso, a pesar del odio, las dificultades y la censura algorítmica, cada vez más médicos deciden hablar abiertamente sobre vacunas y otros temas médicos en Internet. Según el informe PZWL 2023, muchos de ellos ven su presencia en las redes sociales no como un elemento de promoción, sino como una misión: un contrapeso a la desinformación que inunda la web.
¿Suena absurdo? Y, sin embargo, según los análisis citados por el Dr. Małecka , los médicos sólo tienen entre 2 y 3 segundos para interesar al espectador y entre 15 y 30 segundos para transmitir un contenido significativo. El problema es que la medicina no es un meme. Esta es ciencia basada en evidencia. Intentar explicar procesos biológicos complejos en menos tiempo que el de un anuncio promedio no sólo es un desafío: puede ser una auténtica acrobacia cognitiva.
En este contexto, los movimientos anticientíficos tienen ventaja: utilizan emociones, simplificaciones y eslóganes estridentes como "las vacunas matan" o "los médicos mienten" . Son mensajes fáciles de recordar y que ayudan a aliviar la ansiedad. Las respuestas de los médicos deben ser pues veraces, concisas y comprensibles al mismo tiempo, lo que no es fácil en una profesión basada en la precisión y la cautela de las palabras.
La Dra. Ilona Małecka enfatiza que los médicos que educan en las redes sociales no solo deben tener conocimientos de medicina, sino que también deben ser auténticos , valientes y resistentes a las críticas.
- Es como un campo minado. Las vacunas son un tema que atrae odio y agresión. A pesar de ello, es necesario que los médicos estén presentes allí, porque si no, los pacientes quedarán sólo al alcance de la desinformación.
Una complicación adicional son los mecanismos de las plataformas: los algoritmos a menudo limitan el alcance de las publicaciones educativas, especialmente aquellas que cubren temas controvertidos como la COVID-19 o las vacunas . Paradójicamente, los contenidos relacionados con la medicina estética, por ejemplo, son más “clickables”, lo que significa que un mensaje basado en hechos tiene que luchar por la atención del usuario en un espacio que premia la simplicidad, la apariencia y la sensación.
Mientras que los influencers construyen sus carreras en Instagram y TikTok, muchos médicos están allí sin fines de lucro, sino por la necesidad de educar y contrarrestar la desinformación. Como señala la Dra. Ilona Małecka , aunque la actividad en las redes sociales puede ser agotadora y exponer a los pacientes al odio, los médicos la tratan como una misión, porque la información falsa no solo se difunde en línea, sino que también ingresa a los consultorios y tiene un impacto real en las decisiones de salud de los pacientes.
La pandemia de COVID-19 no ha hecho más que profundizar este problema. A pesar de los millones de muertes, las narrativas de Internet sobre “extras en los hospitales” o “vacunas como herramienta de control” siguen vigentes. Ya en 2020, la OMS declaró la infodemia –o epidemia de desinformación– como una amenaza para la salud pública. Y es precisamente esta amenaza la que los profesionales médicos intentan combatir, a pesar de las restricciones, a pesar del odio y a pesar de que actúan principalmente por sentido del deber y no con una marca propia en mente.
Actualizado: 05/02/2025 16:59
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